04 marzo 2008
03 marzo 2008
04 febrero 2008
I.I. - Página 14
Timbre. Ivana, la del séptimo.
-Te estuve llamando por teléfono, pero no sonabas muy lúcido.
Eran las cinco de la mañana, pero el violeta de sus ojeras y una agitación en su ritmo de pestañeo no presagiaban insomnio.
Conviene que haga aquí un paréntesis sobre Ivana. Nos conocíamos hacía cinco meses, por coincidir en el ascensor. Dado que vivo en el quinto piso, y a razón de 120 encuentros anuales promedio, podría decirse que llevábamos compartidos unos 250 pisos. Unos 250 pisos de hablar, por hacer otra cosa, mientras pasaban los números pintados en la pared. Y, sin embargo, llegamos a tenernos confianza. Una confianza enrejada, y no exenta de tironeos.
La decisión de separarse de la pareja con la cual convivía la había depositado en mi edificio (a fuerza de absorber almas centrífugas, las paredes del mismo se habían impregnado, por ósmosis, de un aura de nihilismo). La libertad sobreviniente a su separación la había concientizado de la necesidad de sustentarse económicamente. Un humilde cargo administrativo en el municipio y la peluquería a domicilio contribuían a costear su “dos ambientes”.
Ella también pudo conocer datos de mí. Ahora, a la distancia, comprendo que fue mi afición a la novela policial lo que la corporizó aquella madrugada, esperando quizás, alguna quijotesca reacción de mi parte.
-Sí...tampoco vos te ves bien –le dije. En mi edificio la diplomacia es mala educación, sobretodo en los pasillos. Acallado el picaporte, y con ella adentro, le pregunté, mirando aquel doble ocaso verde clavado en su entrecejo:
-¿Qué te pasa?
-Te estuve llamando por teléfono, pero no sonabas muy lúcido.
Eran las cinco de la mañana, pero el violeta de sus ojeras y una agitación en su ritmo de pestañeo no presagiaban insomnio.
Conviene que haga aquí un paréntesis sobre Ivana. Nos conocíamos hacía cinco meses, por coincidir en el ascensor. Dado que vivo en el quinto piso, y a razón de 120 encuentros anuales promedio, podría decirse que llevábamos compartidos unos 250 pisos. Unos 250 pisos de hablar, por hacer otra cosa, mientras pasaban los números pintados en la pared. Y, sin embargo, llegamos a tenernos confianza. Una confianza enrejada, y no exenta de tironeos.
La decisión de separarse de la pareja con la cual convivía la había depositado en mi edificio (a fuerza de absorber almas centrífugas, las paredes del mismo se habían impregnado, por ósmosis, de un aura de nihilismo). La libertad sobreviniente a su separación la había concientizado de la necesidad de sustentarse económicamente. Un humilde cargo administrativo en el municipio y la peluquería a domicilio contribuían a costear su “dos ambientes”.
Ella también pudo conocer datos de mí. Ahora, a la distancia, comprendo que fue mi afición a la novela policial lo que la corporizó aquella madrugada, esperando quizás, alguna quijotesca reacción de mi parte.
-Sí...tampoco vos te ves bien –le dije. En mi edificio la diplomacia es mala educación, sobretodo en los pasillos. Acallado el picaporte, y con ella adentro, le pregunté, mirando aquel doble ocaso verde clavado en su entrecejo:
-¿Qué te pasa?
..."
I.I. - Página 127
“...
- En estas fiestas sólo falta que pongan el cartel de Applause.
- Calzate los patines
Vamos a bailar Tango
En la Terraza.
Me molestó su silencio. Le hablé de mi ciudad.
- ...en ella, existe un día del pijama.
Ese día, todo mundo
viste pijama
y todo mundo
sale fuera.
...”
- En estas fiestas sólo falta que pongan el cartel de Applause.
- Calzate los patines
Vamos a bailar Tango
En la Terraza.
Me molestó su silencio. Le hablé de mi ciudad.
- ...en ella, existe un día del pijama.
Ese día, todo mundo
viste pijama
y todo mundo
sale fuera.
...”
I.I. - Página 99
"...Resopló su acento de lata el Citroën. Paramos en la sombra de una estación de Las Plumas. Justo cuando le untaba mayonesa a la segunda tapa de miga de mi sándwich de jamón crudo, nos sorprendió un chico golpeando la ventana. Levantó una mano y nos mostró una bolsita:
- ¿Flechitas por dos pesos?
Ella le pidió la bolsita y desparramó su contenido sobre la guantera. Unas cuarenta y ocho mini-puntas-de-flecha entre la calcomanía de La Renga y una etiqueta de The Breeder´s Choice que se había adherido al panel (los Citroën transpiran por la cuerina). Para elegir.
- ¿Las encontraste por ahí? -interrumpí.
- No, las hace mi papá.
Con esa honestidad, no llegaría a entrepeneur turístico. Compramos dos por tres pesos y un sándwich.
Dentro de la estación, estaba Penélope Cruz en la T.V.. Antes de que pudiera devolverle la mirada, alguien cambió de canal. Una Salamandra de metro y medio en un rincón, dos mesas de fórmica en el otro y, enfrente, el expendedor. Y su control remoto. Me puse un cigarrillo en los labios y me acerqué a pedirle fuego (mis fósforos-carterita se habían humedecido abajo del asiento del auto). Me convidó de su Zippo.
Por saber si en algo podía caerme bien este barriga, le pregunté:
- ¿Conoce Choique Quitrá?
- ¿Choique qué?
- Quitrá. Yendo para Tecka.
- Nunca lo oí nombrar.
- ¿Conoce la región?. Está a unos trescientos kilómetros.
- Nací acá. Ese lugar no existe.
- Ah, entiendo. Cóbreme esto - y apoyé una revista de crucigramas y acertijos, y un bleester de aspirinas.
Afuera estaba sentado el chico de las flechitas, admirando el billete de dos pesos. Ella seguía sentada a la sombra. Colocamos de nuevo los asientos dentro del coche.
- Mirá, acá dice que a nuestro sistema solar le quedan cinco mil millones de años - me dijo y se dijo, preocupada, leyendo la revista.
- Y algunos siguen naciendo.
Le di al contacto y arrancamos el tramo final. ..."
- ¿Flechitas por dos pesos?
Ella le pidió la bolsita y desparramó su contenido sobre la guantera. Unas cuarenta y ocho mini-puntas-de-flecha entre la calcomanía de La Renga y una etiqueta de The Breeder´s Choice que se había adherido al panel (los Citroën transpiran por la cuerina). Para elegir.
- ¿Las encontraste por ahí? -interrumpí.
- No, las hace mi papá.
Con esa honestidad, no llegaría a entrepeneur turístico. Compramos dos por tres pesos y un sándwich.
Dentro de la estación, estaba Penélope Cruz en la T.V.. Antes de que pudiera devolverle la mirada, alguien cambió de canal. Una Salamandra de metro y medio en un rincón, dos mesas de fórmica en el otro y, enfrente, el expendedor. Y su control remoto. Me puse un cigarrillo en los labios y me acerqué a pedirle fuego (mis fósforos-carterita se habían humedecido abajo del asiento del auto). Me convidó de su Zippo.
Por saber si en algo podía caerme bien este barriga, le pregunté:
- ¿Conoce Choique Quitrá?
- ¿Choique qué?
- Quitrá. Yendo para Tecka.
- Nunca lo oí nombrar.
- ¿Conoce la región?. Está a unos trescientos kilómetros.
- Nací acá. Ese lugar no existe.
- Ah, entiendo. Cóbreme esto - y apoyé una revista de crucigramas y acertijos, y un bleester de aspirinas.
Afuera estaba sentado el chico de las flechitas, admirando el billete de dos pesos. Ella seguía sentada a la sombra. Colocamos de nuevo los asientos dentro del coche.
- Mirá, acá dice que a nuestro sistema solar le quedan cinco mil millones de años - me dijo y se dijo, preocupada, leyendo la revista.
- Y algunos siguen naciendo.
Le di al contacto y arrancamos el tramo final. ..."
Palabras raras y que siempre pronuncio mal
menjunje (para mí siempre es mejunje)
telgopor (nunca sé si es tergopol)
dentífrico (a mí siempre me sale dentrífico)
pantomima (pantominas es como yo la veo)
intervalo (yo la prefiero esdrújula)
telgopor (nunca sé si es tergopol)
dentífrico (a mí siempre me sale dentrífico)
pantomima (pantominas es como yo la veo)
intervalo (yo la prefiero esdrújula)
Etiquetas: Palabras Raras
Rito Indio
Vacía a chorro tendido, Suprema Vejiga
tu húmedo humor, protocolo de la Eterna Ausencia
escupiéndole suspenso al caldo de la urgencia
hermana lágrima, nuestra sequía mitiga.
Borra toda tonta tinta, hija de la fatiga
en la antesala de la salida de emergencia
guiándote por la esporádica ida fluorescencia
riega cada tanto a su guardiana, nuestra ortiga.
Déjame ser egoísta, quisiera pedirte
de tu caído barril las dos últimas gotas
y que su ácido dibuje la adecuada mella.
Una en mi mejilla pon, cuando ya no pueda huirte
a manera de estampilla para las marmotas
y en una ventana pon la otra, al azar, para Ella.
tu húmedo humor, protocolo de la Eterna Ausencia
escupiéndole suspenso al caldo de la urgencia
hermana lágrima, nuestra sequía mitiga.
Borra toda tonta tinta, hija de la fatiga
en la antesala de la salida de emergencia
guiándote por la esporádica ida fluorescencia
riega cada tanto a su guardiana, nuestra ortiga.
Déjame ser egoísta, quisiera pedirte
de tu caído barril las dos últimas gotas
y que su ácido dibuje la adecuada mella.
Una en mi mejilla pon, cuando ya no pueda huirte
a manera de estampilla para las marmotas
y en una ventana pon la otra, al azar, para Ella.
Etiquetas: Sonetos
I.I. - Página 33
"...
«Renuncio a ser el blanco
de tus miserias.
De ninguna manera
seré personaje tuyo,
tu criatura.»
dijo el sujeto.
Así que...
lo maté de un punto.
..."
«Renuncio a ser el blanco
de tus miserias.
De ninguna manera
seré personaje tuyo,
tu criatura.»
dijo el sujeto.
Así que...
lo maté de un punto.
..."
I.I. - Página 153
“...
¿Sabés qué?. Escuchá...
Desde este momento
y hasta tus cinco vidas posteriores
-lapso que tardarás en encontrar
otro como yo-
te maldigo
a no escuchar una sola palabra más
de mi boca.
...”
¿Sabés qué?. Escuchá...
Desde este momento
y hasta tus cinco vidas posteriores
-lapso que tardarás en encontrar
otro como yo-
te maldigo
a no escuchar una sola palabra más
de mi boca.
...”
30 noviembre 2007
I.I. - Página 23
"...
Le pegué semejante sopapo a la mosca en la mesa
que, además de interrumpir el silencio,
logré posponer el torneo de ajedrez.
..."
Le pegué semejante sopapo a la mosca en la mesa
que, además de interrumpir el silencio,
logré posponer el torneo de ajedrez.
..."
I.I. - Página 76
.
Doce corceles
corren por tu corsé
cárcel de carne
Doce corceles
corren por tu corsé
cárcel de carne
.
clic
“-Hola hola hola. Bienvenidos al Ring de los Ratos, el programa que Usted, querido televidente, ha desculturizado. Hoy contamos con la presencia del Doctor Jorge Busca y Busca, quien nos hablará sobre la forma en que la comunicación electrónica se ha convertido en el corsé de los dedos de nuestras jóvenes generaciones...”
(índice semi-círculo)
(cámara 2)
“-Corset corset corset. Un galicismo por corps, corpus. Debería Usted visitar París, mi estimado.”
(cámara 1)
“Gracias Doc por el aporte grondoniano. Y además, querido televidente, contamos con la presencia de Gracy Moirano, quien nos hablará sobre...”
(Uña: Sé Miss Sir Culo)
(cama 3)
“-Grazié, es francés mi nombre, che. Yo les voy a hablar sobre la forma en que el corsé, perdón...corset, se ha convertido en la comunicación electrónica de las generaciones de nuestros jóvenes dedos, jijiji...”
(cámara 1)
“-Como puede Usted apreciar, querido televidente, tendremos hoy un programa de excepción. Eso, claro...hasta que Usted nos desculturice. No cambie de canal ni se le ocurra miccionar, ya volvemos...”
clic
-o-
(una nova se apaga en algún televisor viejo)
Diario “Le coq sportif”. Martes 18 de junio de 2002.
Página 22, sección clasificados.
«Permuto pantalón de gimnasia infantil por paella de pollo al vino”
(mate)
(página en blanco: jaque)
(Criadores)
(página en blanco, pito catalán)
¿Debería en este punto prender la radio o resignarme a que todos los medios me conducen al mismo fin, o sea, a vos?
Al fin de cuentas, todo da cero.
(Doctor Jorge Busca y Busca: “Juancito Keynes dijo que el largo plazo no existe. En él, todos vamos a estar muertos”. Gracias Doc por su aporte)
(Grazié Moirano: “Requiecá in pis, cero...jijiji”)
Pero está bueno jugar a la aritmética en el medio, no?.
Un cero enjaulado
el tercer verso
digo.
Recuerdo también que jugué a ser piojo
3,14 días en el metro de tu ojo izquierdo
Y algo más
pero son infinitos los decimales
(alto-parlante)
(voz daliniana)
“¡Sensacional parque de diversiones!. ¡Visite la montaña rusa del parietal derecho!. ¿Deportes extremos?..¡haga puenting sin pincharse en las pestañas!. ¿Ha conseguido una pioja para pasar por los vericuetos de la nuca?...¡pues consígala!, vale la pena...”
(¡alto, parlante!)
(vos, daliniana)
(sin bigotes, claro)
Nota:
Prefiero pensar que ese haiku nació por los rulos de Helena respirando sobre su dosel (manta). Vuelvan de donde salieron, ideas...
ay, no
mejor váyanse a pasear por ahí.clic
“-Hola hola hola. Bienvenidos al Ring de los Ratos, el programa que Usted, querido televidente, ha desculturizado. Hoy contamos con la presencia del Doctor Jorge Busca y Busca, quien nos hablará sobre la forma en que la comunicación electrónica se ha convertido en el corsé de los dedos de nuestras jóvenes generaciones...”
(índice semi-círculo)
(cámara 2)
“-Corset corset corset. Un galicismo por corps, corpus. Debería Usted visitar París, mi estimado.”
(cámara 1)
“Gracias Doc por el aporte grondoniano. Y además, querido televidente, contamos con la presencia de Gracy Moirano, quien nos hablará sobre...”
(Uña: Sé Miss Sir Culo)
(cama 3)
“-Grazié, es francés mi nombre, che. Yo les voy a hablar sobre la forma en que el corsé, perdón...corset, se ha convertido en la comunicación electrónica de las generaciones de nuestros jóvenes dedos, jijiji...”
(cámara 1)
“-Como puede Usted apreciar, querido televidente, tendremos hoy un programa de excepción. Eso, claro...hasta que Usted nos desculturice. No cambie de canal ni se le ocurra miccionar, ya volvemos...”
clic
-o-
(una nova se apaga en algún televisor viejo)
Diario “Le coq sportif”. Martes 18 de junio de 2002.
Página 22, sección clasificados.
«Permuto pantalón de gimnasia infantil por paella de pollo al vino”
(mate)
(página en blanco: jaque)
(Criadores)
(página en blanco, pito catalán)
¿Debería en este punto prender la radio o resignarme a que todos los medios me conducen al mismo fin, o sea, a vos?
Al fin de cuentas, todo da cero.
(Doctor Jorge Busca y Busca: “Juancito Keynes dijo que el largo plazo no existe. En él, todos vamos a estar muertos”. Gracias Doc por su aporte)
(Grazié Moirano: “Requiecá in pis, cero...jijiji”)
Pero está bueno jugar a la aritmética en el medio, no?.
Un cero enjaulado
el tercer verso
digo.
Recuerdo también que jugué a ser piojo
3,14 días en el metro de tu ojo izquierdo
Y algo más
pero son infinitos los decimales
(alto-parlante)
(voz daliniana)
“¡Sensacional parque de diversiones!. ¡Visite la montaña rusa del parietal derecho!. ¿Deportes extremos?..¡haga puenting sin pincharse en las pestañas!. ¿Ha conseguido una pioja para pasar por los vericuetos de la nuca?...¡pues consígala!, vale la pena...”
(¡alto, parlante!)
(vos, daliniana)
(sin bigotes, claro)
Nota:
Prefiero pensar que ese haiku nació por los rulos de Helena respirando sobre su dosel (manta). Vuelvan de donde salieron, ideas...
ay, no
Etiquetas: Haikus
I.I. - Página 25
"...
¿Puede uno entender lo que no conoce?
¿Puede uno conocer lo que no entiende?
¿Entiende uno poder? ¿y lo conoce?
¿Es poder lo que halaga?
¿Son alhajas las que brillan?
¿Las lajas resbalan? ¿o es un resabio de un manual escolar?
¿Lo que sube, baja? ¿y viceversa?. Y entonces ¿cuáles son las
subidas en una guerra?
Perra suerte...¿es una suerte dócil o rabiosa?
Un gato negro con una corbata blanca que se cruza frente a uno...además de ser una oración de segundo grado...¿es una mala suerte salpicada de buena?
¿El salpicón es un condimento?
¿O es un colectivo que pasa el charco de la vereda a nuestros pantalones?
¿Por qué la mejor gente es la que vemos adentro del colectivo...desde afuera?
¿Por qué lo mejor de la gente es efímero?
¿Y por qué lo peor se enquista?
¿Por qué los quistes son jodidos de quitar?
Que despiste...
Una dieta a base de alpiste ¿nos revelaría la jaula?
Paula, si hasta tu nombre era lindo.
¿Existe la pregunta absoluta (con respuesta incluida)?
¿Por qué?
¿Escribir buscando un lector, es onanismo mental o enanismo sexual?
¿Se equivocaban los griegos al poner el alma en la cabeza de arriba?
¿La erudición responde?
¿La religión sana?
¿Exigir una sana respuesta es como un poco mucho?
¿En qué estadío del lenguaje nacieron los adverbios?
(permiso: después de la mentira).
¿Cuándo llegará quién nos calme con una mueca? ¿y nos colme de parpadeos?
¿Deberé crearle que le creo?
¿Cuándo se pierde la habilidad de hacer cosas en plastilina?
¿Un estadio es un escenario con césped?
¿Está Dios en una pelota?
Ay Dió, las masas te aclaman, sin ver que te patean.
Te lo merecés. Nos diste dos manos y dos piernas, pero no dos cuerpos.
¿Dónde se pierde la inocencia?
¿Cómo es que nadie avisa?
¿Por qué falta lo escaso?
Mami...¿por qué se dice yampú si acá dice sampo?
Nene, es un bien de importación. Como el yampán.
La devaluación todo lo iguala.
¿Por qué en los crucigramas "igualar" es "pasar al ras"?
¿Por qué los milicos usan así el pelo?
Si hacemos todo con la izquierda, ¿el cuerpo termina deformándose
en un sólo sentido?
¿Ser igual es ser menos distinto?
¿Ser igual es ser menos?
¿Ser igual es ser?
¿Margarito Tereré era cocodrilo o iguana superdesarrollada?
¿Iguana es de la Quilmes o de la Budweiser?
¿Quemar quimeras es ignorar la contaminación atmosférica?
¿O piromanía congénita?
Pólvora en Chimangos: ¿es inversión en plaguicida o gasto en esparcimiento?
¿Me piré?
En aspirar-espirar...¿cuál es el masculino?
¿Es posible morir sin expirar?
¿Es posible vivir sin aspirar?
¿Hay alguien vivo ahí?
¿Lee?
¿Entiende?
Entonces, quizás...
Pueda conocerme.
..."
¿Puede uno entender lo que no conoce?
¿Puede uno conocer lo que no entiende?
¿Entiende uno poder? ¿y lo conoce?
¿Es poder lo que halaga?
¿Son alhajas las que brillan?
¿Las lajas resbalan? ¿o es un resabio de un manual escolar?
¿Lo que sube, baja? ¿y viceversa?. Y entonces ¿cuáles son las
subidas en una guerra?
Perra suerte...¿es una suerte dócil o rabiosa?
Un gato negro con una corbata blanca que se cruza frente a uno...además de ser una oración de segundo grado...¿es una mala suerte salpicada de buena?
¿El salpicón es un condimento?
¿O es un colectivo que pasa el charco de la vereda a nuestros pantalones?
¿Por qué la mejor gente es la que vemos adentro del colectivo...desde afuera?
¿Por qué lo mejor de la gente es efímero?
¿Y por qué lo peor se enquista?
¿Por qué los quistes son jodidos de quitar?
Que despiste...
Una dieta a base de alpiste ¿nos revelaría la jaula?
Paula, si hasta tu nombre era lindo.
¿Existe la pregunta absoluta (con respuesta incluida)?
¿Por qué?
¿Escribir buscando un lector, es onanismo mental o enanismo sexual?
¿Se equivocaban los griegos al poner el alma en la cabeza de arriba?
¿La erudición responde?
¿La religión sana?
¿Exigir una sana respuesta es como un poco mucho?
¿En qué estadío del lenguaje nacieron los adverbios?
(permiso: después de la mentira).
¿Cuándo llegará quién nos calme con una mueca? ¿y nos colme de parpadeos?
¿Deberé crearle que le creo?
¿Cuándo se pierde la habilidad de hacer cosas en plastilina?
¿Un estadio es un escenario con césped?
¿Está Dios en una pelota?
Ay Dió, las masas te aclaman, sin ver que te patean.
Te lo merecés. Nos diste dos manos y dos piernas, pero no dos cuerpos.
¿Dónde se pierde la inocencia?
¿Cómo es que nadie avisa?
¿Por qué falta lo escaso?
Mami...¿por qué se dice yampú si acá dice sampo?
Nene, es un bien de importación. Como el yampán.
La devaluación todo lo iguala.
¿Por qué en los crucigramas "igualar" es "pasar al ras"?
¿Por qué los milicos usan así el pelo?
Si hacemos todo con la izquierda, ¿el cuerpo termina deformándose
en un sólo sentido?
¿Ser igual es ser menos distinto?
¿Ser igual es ser menos?
¿Ser igual es ser?
¿Margarito Tereré era cocodrilo o iguana superdesarrollada?
¿Iguana es de la Quilmes o de la Budweiser?
¿Quemar quimeras es ignorar la contaminación atmosférica?
¿O piromanía congénita?
Pólvora en Chimangos: ¿es inversión en plaguicida o gasto en esparcimiento?
¿Me piré?
En aspirar-espirar...¿cuál es el masculino?
¿Es posible morir sin expirar?
¿Es posible vivir sin aspirar?
¿Hay alguien vivo ahí?
¿Lee?
¿Entiende?
Entonces, quizás...
Pueda conocerme.
..."
I.I. - Página 14
“...
Era la adecuada habitación para parir un crimen. Al entrar, uno respiraba madera. Mucho lustre, y barniz. Unos pasos más adelante, y sorteando un perchero, se advertía la altura del salón. El cielo raso se perdía en la oscuridad aunque, en la tenue luz que sobrevivía centímetros abajo, un águila mora embalsamada con sus alas abiertas, reflejaba en sus ojos de vidrio la lechosa luz de las lámparas. Dos espejos al fondo le conferían una falsa sensación de profundidad. En medio de éstos, una mini biblioteca, cuya torneada caoba valdría más que los libros allí dispuestos. Rondando rapaces entre las mesas de ajedrez y el escritorio, había otras tres personas.
Era la adecuada habitación para parir un crimen. Al entrar, uno respiraba madera. Mucho lustre, y barniz. Unos pasos más adelante, y sorteando un perchero, se advertía la altura del salón. El cielo raso se perdía en la oscuridad aunque, en la tenue luz que sobrevivía centímetros abajo, un águila mora embalsamada con sus alas abiertas, reflejaba en sus ojos de vidrio la lechosa luz de las lámparas. Dos espejos al fondo le conferían una falsa sensación de profundidad. En medio de éstos, una mini biblioteca, cuya torneada caoba valdría más que los libros allí dispuestos. Rondando rapaces entre las mesas de ajedrez y el escritorio, había otras tres personas.
Atrás del escritorio, yacía Santibáñez con un disparo en la cabeza. La sangre se había contagiado del matiz boscoso del asunto, y del musgo de la alfombra. Sobre el escritorio, a su vez, quedaría inmortalizada la apertura Petrov, en las dos caras de un libro y en un tablero a medio discurrir. Este hombre tan simple, tan infantilmente desparramado en el suelo con sus alas de sangre, no parecía dispuesto a revelarme mucho más.
...”
...”
Bienvenido a la civilización
titila una empalagosa marquesina
y sin embargo, sé que entre todos los atajos
que conducen a Moras, jalea de
mora la salvaje, y mora la nena
y ahí sí que me quiero perder
de noche, en una noche de una noche
grande
así me pierdo mejor.
titila una empalagosa marquesina
y sin embargo, sé que entre todos los atajos
que conducen a Moras, jalea de
mora la salvaje, y mora la nena
y ahí sí que me quiero perder
de noche, en una noche de una noche
grande
así me pierdo mejor.
Eclecsis
Prietos salmos huyen del calmo treno
como inquietas voces que tejen guachas
el poncho de la noche con hilachas
¡hasta que el eco muere contra un trueno!.
Pienso en sus senos de polietileno
su facha emperifollada de tachas
en sus soutiens, sus rococó bombachas
silencio...¿no oyen? ¡trinitrotolueno!.
Llueve un sutil soufflé sobre el asfalto
réquiem turuleco que unge al entorno
urgido del sacramental asalto.
Mojate con la orgía del adorno
cuernos de cobre y aura de cobalto
brillando entre la llama azul del horno.
como inquietas voces que tejen guachas
el poncho de la noche con hilachas
¡hasta que el eco muere contra un trueno!.
Pienso en sus senos de polietileno
su facha emperifollada de tachas
en sus soutiens, sus rococó bombachas
silencio...¿no oyen? ¡trinitrotolueno!.
Llueve un sutil soufflé sobre el asfalto
réquiem turuleco que unge al entorno
urgido del sacramental asalto.
Mojate con la orgía del adorno
cuernos de cobre y aura de cobalto
brillando entre la llama azul del horno.
Etiquetas: Sonetos
17 noviembre 2007
Versión Original:
Anodino.
Insípido.
Insignificante.
Sin sentido.
Pacato.
Pelotudo.
Aburrido.
Desencajado.
Desplanetado
Y criogenizado.
Ver en tus ojos el vacío
Y sentir la grieta en mi medio
Ahora entiendo las canciones románticas
Que siempre creí pelotudas.
Esto también pasará, Pablito.
No quiero que pase.
Hasta el tiempo me duele.
No quiero duelos.
Me duelo yo.
Bloopers durante la redacción:
“Anodino.
Insípido.
Insignificante.
Sin sentido.
Pacato.
Pelotudo.
Aburrido.”
“De La Rúa”
Pablo Borracho: aaaa jajajajaja.
Pablo Escritor 1: compostura, compostura…
Pablo Escritor 1.1: compota, compuerta…
Pablo Futuro: Computadora y Huerta.
“Desencajado.
Desplanetado
Y criogenizado.”
“Desinflado”
Pablo Borracho: aaaaaa ja jaraaaaaa ja
Pablo Escritor: pero será posible, será…
Pablo Espejo: es posible, sí…si estamos flacos.
Pablo Sufriente: no seamos inconexos, la idea es mostrar algo que duela, che.
“Ver en tus ojos el vacío
Y sentir la grieta en mi medio
Ahora entiendo las canciones románticas
Que siempre creí pelotudas.
Ando Pelotudo, no hay duda.”
“Arjona”
Pablo Borracho: aaaaaaaaaaaa jaaaaaaaaaaaaaa jajajajaaja, basta, basta, me matan.
Pablo Fumado: matan la vasta jarana desganada.
Pablo Escritor: ¿Arjona? ¿Y eso de dónde salió?. No no…eso no puede ir.
Pablo Sufriente: en un todo de acuerdo con usted. Lo nuestro es la sofisticación, que no se diga.
Pablo Futuro: Ser sublime.
Pablo Espejo: Yo soy somos. Yo homo como hoy.
“Esto también pasará, Pablito”
Pablo Escritor: A la mierda, esto salió al aire nomás.
“No quiero que pase.
Hasta el tiempo me duele.
No quiero duelos.
Me duelo yo.”
Pablo Borracho: snif
Pablo Escritor: Quedó algo coherente y prolijo, eh? Choque esos cinco, camarada…
Pablo Sufriente: Yeah.
Pablo Espejo: Yo miro para atrás. Más atrás.
Pablo Fumado: tras la masa, entre el éter, fin snif.
Pablo Futuro: Y yo tengo los ojos cerrados.
Anodino.
Insípido.
Insignificante.
Sin sentido.
Pacato.
Pelotudo.
Aburrido.
Desencajado.
Desplanetado
Y criogenizado.
Ver en tus ojos el vacío
Y sentir la grieta en mi medio
Ahora entiendo las canciones románticas
Que siempre creí pelotudas.
Esto también pasará, Pablito.
No quiero que pase.
Hasta el tiempo me duele.
No quiero duelos.
Me duelo yo.
Bloopers durante la redacción:
“Anodino.
Insípido.
Insignificante.
Sin sentido.
Pacato.
Pelotudo.
Aburrido.”
“De La Rúa”
Pablo Borracho: aaaa jajajajaja.
Pablo Escritor 1: compostura, compostura…
Pablo Escritor 1.1: compota, compuerta…
Pablo Futuro: Computadora y Huerta.
“Desencajado.
Desplanetado
Y criogenizado.”
“Desinflado”
Pablo Borracho: aaaaaa ja jaraaaaaa ja
Pablo Escritor: pero será posible, será…
Pablo Espejo: es posible, sí…si estamos flacos.
Pablo Sufriente: no seamos inconexos, la idea es mostrar algo que duela, che.
“Ver en tus ojos el vacío
Y sentir la grieta en mi medio
Ahora entiendo las canciones románticas
Que siempre creí pelotudas.
Ando Pelotudo, no hay duda.”
“Arjona”
Pablo Borracho: aaaaaaaaaaaa jaaaaaaaaaaaaaa jajajajaaja, basta, basta, me matan.
Pablo Fumado: matan la vasta jarana desganada.
Pablo Escritor: ¿Arjona? ¿Y eso de dónde salió?. No no…eso no puede ir.
Pablo Sufriente: en un todo de acuerdo con usted. Lo nuestro es la sofisticación, que no se diga.
Pablo Futuro: Ser sublime.
Pablo Espejo: Yo soy somos. Yo homo como hoy.
“Esto también pasará, Pablito”
Pablo Escritor: A la mierda, esto salió al aire nomás.
“No quiero que pase.
Hasta el tiempo me duele.
No quiero duelos.
Me duelo yo.”
Pablo Borracho: snif
Pablo Escritor: Quedó algo coherente y prolijo, eh? Choque esos cinco, camarada…
Pablo Sufriente: Yeah.
Pablo Espejo: Yo miro para atrás. Más atrás.
Pablo Fumado: tras la masa, entre el éter, fin snif.
Pablo Futuro: Y yo tengo los ojos cerrados.
I.I. - Página 99
“...
Ruta 25. Un tajo agónico. A la derecha, el Río Chubut. A la izquierda, kilómetros de rocas contorsionistas. Adelante, un ocaso (al menos, siempre). Y el suave declive con que uno ansía la Cordillera.
Estábamos volviendo a Choique. Ella y yo.
¿Habría desaparecido después de siete años?.
...”
Ruta 25. Un tajo agónico. A la derecha, el Río Chubut. A la izquierda, kilómetros de rocas contorsionistas. Adelante, un ocaso (al menos, siempre). Y el suave declive con que uno ansía la Cordillera.
Estábamos volviendo a Choique. Ella y yo.
¿Habría desaparecido después de siete años?.
...”
I.I. - Página 76
“...
Subía el kirsch de cerezas hacia sus labios morados.
Estaba esperando algo que redunde verde.
A kilómetros de distancia, en la otra punta del bar
convirtió en aleteo al frac del pianista
que se sentó, sin notarlo.
¿Cómo explicarles que era impúdicamente bella
sin que deseen poseerla?
La ronca voz se acopló a sus pienso nada:
«Tenés párpados que tiemblan
en plural, el plural de la tierna premura.
Una montaña también espera
y así desnuda
esperás al Sol».
Sobre el flaco vaso con un resto de lago
hubiese querido contemplar su ocaso
(condenada como estaba
a amanecerse constantemente).
Cerró sus ojos en Sol Mayor.
Inclinó la cabeza
y fue alejándose el plano con que recuerdo esto
hasta ser el punto carmesí,
el led de la radio que estoy mirando.
...”
Subía el kirsch de cerezas hacia sus labios morados.
Estaba esperando algo que redunde verde.
A kilómetros de distancia, en la otra punta del bar
convirtió en aleteo al frac del pianista
que se sentó, sin notarlo.
¿Cómo explicarles que era impúdicamente bella
sin que deseen poseerla?
La ronca voz se acopló a sus pienso nada:
«Tenés párpados que tiemblan
en plural, el plural de la tierna premura.
Una montaña también espera
y así desnuda
esperás al Sol».
Sobre el flaco vaso con un resto de lago
hubiese querido contemplar su ocaso
(condenada como estaba
a amanecerse constantemente).
Cerró sus ojos en Sol Mayor.
Inclinó la cabeza
y fue alejándose el plano con que recuerdo esto
hasta ser el punto carmesí,
el led de la radio que estoy mirando.
...”
El Viento No Es
El viento es una sensación.
Es entre las hojas de aquel árbol.
Sonando como una cascada de papel.
O entre el millón de yuyos que me rodea.
En un unísono descompasado.
Aparentemente.
Como una melena de paja.
Y el viento trae olor a miel.
Una danza hipnótica de pinos, en la hilera del horizonte.
Y es que transpone tanto, que las cosas pasan a ser metáforas.
Y las metáforas, metáforas de sí mismas.
Y yo sentado en el medio, pensando que el viento no existe.
Porque ni siquiera es aire que se mueve.
(El aire que se mueve es eso: aire que se mueve).
Lo que llamamos viento no es más que una sensación.
De todas maneras, no te preocupes viento
Lo que llamamos yo, tampoco existe.
Soy mi propia sensación.
Es entre las hojas de aquel árbol.
Sonando como una cascada de papel.
O entre el millón de yuyos que me rodea.
En un unísono descompasado.
Aparentemente.
Como una melena de paja.
Y el viento trae olor a miel.
Una danza hipnótica de pinos, en la hilera del horizonte.
Y es que transpone tanto, que las cosas pasan a ser metáforas.
Y las metáforas, metáforas de sí mismas.
Y yo sentado en el medio, pensando que el viento no existe.
Porque ni siquiera es aire que se mueve.
(El aire que se mueve es eso: aire que se mueve).
Lo que llamamos viento no es más que una sensación.
De todas maneras, no te preocupes viento
Lo que llamamos yo, tampoco existe.
Soy mi propia sensación.
I.I. - Página 14
“...
Las medianoches en el salón de ajedrez eran el comienzo del cierre, en el cual se acostumbraban los “torneítos” de ping pong. El sistema consistía en arrancar todos desde 5 minutos, quien ganaba jugaría la próxima vez con 4 minutos y medio (hasta el mínimo de 1 minuto) y quien perdía, jugaría la próxima vez con 5 minutos y medio (hasta el máximo de 7 minutos).
Ramón era la estrella. Tuvieron que rediseñar el sistema por él, ya que se cansó de ganar torneos con 1 minuto. Tras arduas desavenencias, convinieron Ramón y Santibáñez agregar un reloj digital, e ir bajando de a un segundo por torneo ganado. Ramón llegó a los 55 segundos después de ganar cinco torneos consecutivos, y luego de eso no se le vio más el pelo. Ni las manos, ni las orejas.
Las conjeturas iban desde que no quería conocer su techo (que estimábamos en 48 segundos) hasta que ya había llegado a conocerlo todo sobre ajedrez, y por lo tanto, lo aburría.
No faltaron las ideas raras del tipo: “Ramón ejercía un control psicológico sobre su oponente. Podía tener una posición perdida, una posición que su rival normalmente despacharía en tres movimientos, pero por alguna extraña razón en esa partida el rival no lo veía. Así como Ramón podía ver lo invisible del juego (los movimientos de las piezas, en lugar de las piezas) no sería raro que pudiese obrar sobre el estado de ánimo de su oponente. Pensaba con el tiempo ajeno, su tiempo lo insumían sólo dos cosas, el movimiento de la mano al reloj y el mantener una imagen impertérrita, marmórea, infalible. Dado que el movimiento de la mano no podía ser aún más rápido, restarle tiempo equivalía a menoscabarle su imagen. Con 56 segundos, se lo vio sudar por primera vez. Para Ramón, la inseguridad era catastrófica. Mucho más aún que pifiarle en una apertura (podía dar vuelta gambitos increíbles, con gambetas ilógicas). Cualquier ápice de inseguridad significaba en él reacciones en cadena insospechadas. Como no volver a salir de su casa.”
Ramón era la estrella. Tuvieron que rediseñar el sistema por él, ya que se cansó de ganar torneos con 1 minuto. Tras arduas desavenencias, convinieron Ramón y Santibáñez agregar un reloj digital, e ir bajando de a un segundo por torneo ganado. Ramón llegó a los 55 segundos después de ganar cinco torneos consecutivos, y luego de eso no se le vio más el pelo. Ni las manos, ni las orejas.
Las conjeturas iban desde que no quería conocer su techo (que estimábamos en 48 segundos) hasta que ya había llegado a conocerlo todo sobre ajedrez, y por lo tanto, lo aburría.
No faltaron las ideas raras del tipo: “Ramón ejercía un control psicológico sobre su oponente. Podía tener una posición perdida, una posición que su rival normalmente despacharía en tres movimientos, pero por alguna extraña razón en esa partida el rival no lo veía. Así como Ramón podía ver lo invisible del juego (los movimientos de las piezas, en lugar de las piezas) no sería raro que pudiese obrar sobre el estado de ánimo de su oponente. Pensaba con el tiempo ajeno, su tiempo lo insumían sólo dos cosas, el movimiento de la mano al reloj y el mantener una imagen impertérrita, marmórea, infalible. Dado que el movimiento de la mano no podía ser aún más rápido, restarle tiempo equivalía a menoscabarle su imagen. Con 56 segundos, se lo vio sudar por primera vez. Para Ramón, la inseguridad era catastrófica. Mucho más aún que pifiarle en una apertura (podía dar vuelta gambitos increíbles, con gambetas ilógicas). Cualquier ápice de inseguridad significaba en él reacciones en cadena insospechadas. Como no volver a salir de su casa.”
La última noticia de él fue que ahora contaba 3-3-3, 2-2-2, 1-1-1, cada vez que cerraba una puerta con llave, donde cada dígito era un clic de la llave, y una marca en sus ya callosos pulgar e índice.
...”
09 septiembre 2007
I.I. - Página 153
“...
- Permítame señorita...deseo hablar con Usted, pero
sin incurrir en
«¿podría decirme la hora?»
y/o «qué lindo día, ¿no?»
- ?¿Cómo dice?¿
- digo que ... ¿cuánto hace que pasó el último colectivo?
...”
- Permítame señorita...deseo hablar con Usted, pero
sin incurrir en
«¿podría decirme la hora?»
y/o «qué lindo día, ¿no?»
- ?¿Cómo dice?¿
- digo que ... ¿cuánto hace que pasó el último colectivo?
...”
I.I. - Página 99
"...Entré al camping. Arreglé la estadía. Y me fui a elegir un promontorio. Desplegué mi equipo y me senté. A mirar.
La luz levitaba a centímetros. Como si temiera recostarse en la rudeza de los yuyos, su dignidad vertical. O como si, conciente de su espeso transcurrir, no quisiese quebrar (ni doblar) la realidad angulosa de la Patagonia.
Una llaga gótica, pensé. Y se me dio por empezar un fuego.
Para pasar la noche.
A medianoche apareció ella. Mi vecina de promontorio. Mate, café, o té. Necesitaba.
Le di café.
- ¿No te queda té?.
- ¿Quedarte?.
- Bueno.
- ¿Me cebo unos amargos?.
- Claro, lo dulce crea sebo.
La ronda transcurrió, de a jaques en sorbos. Cada escaque patagónico tiene 10 kilómetros cuadrados. Eso potenció la percepción de conjunciones astrales favorables (en un centímetro cúbico, una estrella es un negocio redondo). ..."
La luz levitaba a centímetros. Como si temiera recostarse en la rudeza de los yuyos, su dignidad vertical. O como si, conciente de su espeso transcurrir, no quisiese quebrar (ni doblar) la realidad angulosa de la Patagonia.
Una llaga gótica, pensé. Y se me dio por empezar un fuego.
Para pasar la noche.
A medianoche apareció ella. Mi vecina de promontorio. Mate, café, o té. Necesitaba.
Le di café.
- ¿No te queda té?.
- ¿Quedarte?.
- Bueno.
- ¿Me cebo unos amargos?.
- Claro, lo dulce crea sebo.
La ronda transcurrió, de a jaques en sorbos. Cada escaque patagónico tiene 10 kilómetros cuadrados. Eso potenció la percepción de conjunciones astrales favorables (en un centímetro cúbico, una estrella es un negocio redondo). ..."
I.I. - Página 14
“...Usted se preguntará, lector avezado, de donde surge la referencia al país latinoamericano. Con toda malicia, no lo aclaré antes.
El detalle reside en la dirección en que apuntaba el logotipo del folleto, y el número pre-impreso en el centro del mismo. Se trataba del último volumen del Atlas, cuyos pilares, el cristal del escritorio, y la tierra depositada sobre este, formaban un mismo conjunto arquitectónico; en clara señal de que la colección, como la mayoría de ellas, habíase convertido en un ornamento más del culto acervo que sostenía las entrañas de aquella habitación. Mi siguiente pensamiento fue dispensar la circunstancia, ya que si tomamos como premisa que todas, absolutamente todas, las personas son soberanas, la lectura de un Atlas entero equivaldría a la de una Guía Telefónica.
El detalle reside en la dirección en que apuntaba el logotipo del folleto, y el número pre-impreso en el centro del mismo. Se trataba del último volumen del Atlas, cuyos pilares, el cristal del escritorio, y la tierra depositada sobre este, formaban un mismo conjunto arquitectónico; en clara señal de que la colección, como la mayoría de ellas, habíase convertido en un ornamento más del culto acervo que sostenía las entrañas de aquella habitación. Mi siguiente pensamiento fue dispensar la circunstancia, ya que si tomamos como premisa que todas, absolutamente todas, las personas son soberanas, la lectura de un Atlas entero equivaldría a la de una Guía Telefónica.
Vuelvo a Usted, lector. Se me ocurre que ahora, con todo derecho, me enrostraría el divagar con mis vericuetos neuronales. Todo tiene su razón (además de ser relativo, y buscar el equilibrio).
Continúo: ¿por qué tomé como premisa que las personas son soberanas?¿por qué no me incluí en la conjugación?. Nueva formulación: “si las personas somos soberanas”. Ante la evidente nulidad en el principio del razonamiento, debía descartarse por completo. Decidí luego ponerme a leer el Atlas de la misma forma en que leería una Guía Telefónica. Razón de búsqueda: Página 1080, último volumen. ...”
28/11/01
Desperté temprano
para ir a almorzar
y al ver lo grande
que me quedaba el pijama
pensé:
“¡¡Oh, Rayos!, invertí la polaridad de mis hechizos!”
Luego, (¿por suerte?)
fui recobrando gradualmente
la conciencia.
para ir a almorzar
y al ver lo grande
que me quedaba el pijama
pensé:
“¡¡Oh, Rayos!, invertí la polaridad de mis hechizos!”
Luego, (¿por suerte?)
fui recobrando gradualmente
la conciencia.
.
Prendo un pucho
Transcurro un café
Tres tandas de colectivos
La vista del habano
El reloj
Y su anciano
El otro mira las carreras de caballos
El diario
Y sus uñas
Afuera, un casi terrier
Huele las flores de plástico
Violetas
Implora un cacho de algo
De las matronas
O un cacho de mano
Alguien puso un romántico
.
Prendo un pucho
Transcurro un café
Tres tandas de colectivos
La vista del habano
El reloj
Y su anciano
El otro mira las carreras de caballos
El diario
Y sus uñas
Afuera, un casi terrier
Huele las flores de plástico
Violetas
Implora un cacho de algo
De las matronas
O un cacho de mano
Alguien puso un romántico
.
I.I. - Página 85 y 86 "El claqueteo de los cascos del caballo cansado y el carro del cartonero"
Don Ubaldo Teodoro Munge Thorn
tenía tanto dinero
como su nombre
permite suponerlo.
(A lo que hayan pensado
agréguenle siete cifras,
y 85 ctvos.
que son los que
acaba de gastar en el subte).
Tenía también
extraños hobbies,
como el que nos concierne:
recorrer los barrios bajos.
Gustaba de relatar
tales excentricidades
en reuniones.
Su vozarrón
su aristocracia gestual
y su pipa
completaban
su poder hipnótico.
Nunca tuvo
talento artístico
pero era
todo un poeta
de la contemplación.
...El eco interno
de las voces del subte
y su voz de chapa,
todo un idioma...
...La tierra
volando de la calle
y pegándose en su
impalpable transpiración,
el abrazo del barrio...
...Las madres gritonas
“¡Salí del charco che!
¡Qué ti va a agarrá
la lepto´pirosi vo!...
...Los ojos sabios
de los perros flacos,
oscuros portales
a la dimensión
de la ternura...
...si hasta se oye
a Alberto Cortez...
...Las amas de casa
sopesando, oliendo, catando
kiwis que no comprarán...
...Un grupito de cinco pibes
tras una pelota pelada
y un grito de gol...
Don Ubaldo era
un tipo inteligente
pero nunca lograría
sentir la desesperanza.
Ese día sus ojos
buscaron el claqueteo
de los cascos de un
caballo cansado,
e intentó una frase
que justifique la existencia
del carro del cartonero.
Pudo apreciar
una figura pintada
en el perfil izquierdo
del carro de madera,
y aún bajo la mugre
adivinó
una obra de arte.
Don Ubaldo detuvo al cartonero:
- Buenos Días- dijo
- Buenos tenga usté- respondió el cartonero, y con el fantasma de la ironía bailoteando en una de las arrugas de su cara curtida, agregó:-...Don.
- Quisiera comprarle el trozo de madera central del perfil izquierdo de su carro; esa pintura.
- ...- dijo el cartonero.
- Es una muy buena obra, ¿quién la hizo?.
Don Ubaldo aplicaba aquello de que los elogios pueden cubrir una parte del precio. Calculó que a 50 ctvos. el kilo de cartón, $500 era un precio razonable.
- Mi hijo, el cuarto, el de diecisiete años. Me salió bueno el mocoso, ¿vio?.
- Le ofrezco $200 por esa pintura.
El cartonero no tuvo valor para regatear (eso era todo un mes de buen laburo), así que dijo:
- Bueno...
Ahora...ese cuadro
comparte espacio
con uno de Quiroz
uno de Molina
y uno de Quinquela Martín
y es el inicio
de las conversaciones
en las tertulias
del Don. ...”
tenía tanto dinero
como su nombre
permite suponerlo.
(A lo que hayan pensado
agréguenle siete cifras,
y 85 ctvos.
que son los que
acaba de gastar en el subte).
Tenía también
extraños hobbies,
como el que nos concierne:
recorrer los barrios bajos.
Gustaba de relatar
tales excentricidades
en reuniones.
Su vozarrón
su aristocracia gestual
y su pipa
completaban
su poder hipnótico.
Nunca tuvo
talento artístico
pero era
todo un poeta
de la contemplación.
...El eco interno
de las voces del subte
y su voz de chapa,
todo un idioma...
...La tierra
volando de la calle
y pegándose en su
impalpable transpiración,
el abrazo del barrio...
...Las madres gritonas
“¡Salí del charco che!
¡Qué ti va a agarrá
la lepto´pirosi vo!...
...Los ojos sabios
de los perros flacos,
oscuros portales
a la dimensión
de la ternura...
...si hasta se oye
a Alberto Cortez...
...Las amas de casa
sopesando, oliendo, catando
kiwis que no comprarán...
...Un grupito de cinco pibes
tras una pelota pelada
y un grito de gol...
Don Ubaldo era
un tipo inteligente
pero nunca lograría
sentir la desesperanza.
Ese día sus ojos
buscaron el claqueteo
de los cascos de un
caballo cansado,
e intentó una frase
que justifique la existencia
del carro del cartonero.
Pudo apreciar
una figura pintada
en el perfil izquierdo
del carro de madera,
y aún bajo la mugre
adivinó
una obra de arte.
Don Ubaldo detuvo al cartonero:
- Buenos Días- dijo
- Buenos tenga usté- respondió el cartonero, y con el fantasma de la ironía bailoteando en una de las arrugas de su cara curtida, agregó:-...Don.
- Quisiera comprarle el trozo de madera central del perfil izquierdo de su carro; esa pintura.
- ...- dijo el cartonero.
- Es una muy buena obra, ¿quién la hizo?.
Don Ubaldo aplicaba aquello de que los elogios pueden cubrir una parte del precio. Calculó que a 50 ctvos. el kilo de cartón, $500 era un precio razonable.
- Mi hijo, el cuarto, el de diecisiete años. Me salió bueno el mocoso, ¿vio?.
- Le ofrezco $200 por esa pintura.
El cartonero no tuvo valor para regatear (eso era todo un mes de buen laburo), así que dijo:
- Bueno...
Ahora...ese cuadro
comparte espacio
con uno de Quiroz
uno de Molina
y uno de Quinquela Martín
y es el inicio
de las conversaciones
en las tertulias
del Don. ...”
13 abril 2007
.
Señores pasajeros...
Tápense los ojos así...
para poder seguir mirando.
Tápense la boca así...
para poder seguir maldiciendo.
Tápense las orejas así...
y completarán los chimpancé.
Señores pasajeros...
Acaban Uds. de perderse mi vuelo.
Señores pasajeros...
Tápense los ojos así...
para poder seguir mirando.
Tápense la boca así...
para poder seguir maldiciendo.
Tápense las orejas así...
y completarán los chimpancé.
Señores pasajeros...
Acaban Uds. de perderse mi vuelo.
.
I.I. - Página 99
"...
- Miss... -le digo ahora en el Citro.
Suspira, sabe que saldré con un delirio, y sonríe:
- Decime...
- En un centímetro cúbico, una estrella es un negocio redondo.
(A veces, uno se gana los besos, ¿no?).
Suspira, sabe que saldré con un delirio, y sonríe:
- Decime...
- En un centímetro cúbico, una estrella es un negocio redondo.
(A veces, uno se gana los besos, ¿no?).
- ¿Y tardaste siete años en maquinar eso? -carcajea. Y yo, ajajeo.
..."
(Al terminar de leerlos, habrá usted conjugado el inverso y por las implicancias del eco, habrá vuelto a decirlo al derecho que, en este caso, por esas cosas, comienza por la izquierda, con lo cual habrá conjurado el reverso que, por las implicancias del eco, habrá vuelto a murmurarlo como era que, por esas otras cosas, era como había pensado que era sin necesidad de estas aclaraciones que le vuelven a aclarar que al pensarlo también ocurre lo de hablarlo, es decir, habrá pensado el contrario que por esas implicancias del eco, lo encontrará pensándolo de nuevo como lo había pensado –quizás, aunque no me resigne a pensarlo, ya en este momento haciendo otra cosa, como yendo al baño, tomando un colectivo atrasado o mirando televisión o algún otro etcétera aplaudido-, sin darse cuenta a estas alturas que el jaculatorio bicho bolita fecunda en sus sesos, escamándole esa cosa pastosa que justamente son los sesos, enrollándose y desenrollándose...por esas implicancias del eco. Hasta el punto que un día vea amanecer desde el oeste, y no lo sorprenda.)
(El límite de lo que sucede está en lo que podría suceder. El límite de lo que no sucede está en lo que podría suceder. Lo que podría suceder es que la moneda caiga por su canto. ...)
I.I. - Página 14
“El misterioso caso del Ruido Anónimo
Sólo el silencio supo de su culpa.
Desenfundó el can-can del caño
y se diluyó junto con el eco.
Un profesional del gatillo.
«17.250, ¡Veinte Millones de Pesos!.»
Apagué las malas noticias.
De lejos, llegó el estampido.
Y más cerca, comenzó a sonar el teléfono.
¿Es qué las cosas no paran de apagarse?.
El filtro de mi cigarrillo me lo niega.
«Pica el wind el balón, amasa al verde paño
¡Atención! ¡Parábola buscando al centro-forward!
Peligro de Gol, peligro de gol ...»
«Debería Usted beberlo» decía el llamado.
«No es más que otro
náufrago del ombligo».
Sólo el silencio supo de su culpa.
Desenfundó el can-can del caño
y se diluyó junto con el eco.
Un profesional del gatillo.
«17.250, ¡Veinte Millones de Pesos!.»
Apagué las malas noticias.
De lejos, llegó el estampido.
Y más cerca, comenzó a sonar el teléfono.
¿Es qué las cosas no paran de apagarse?.
El filtro de mi cigarrillo me lo niega.
«Pica el wind el balón, amasa al verde paño
¡Atención! ¡Parábola buscando al centro-forward!
Peligro de Gol, peligro de gol ...»
«Debería Usted beberlo» decía el llamado.
«No es más que otro
náufrago del ombligo».
I.I. - Página 99
"...
Uno se vuelve aire y raíz, parado en medio de todo horizonte y meando un neneo tangente a todo plano.
Cerrada la bragueta, volví sobre mis pasos. A mi espalda, las cosas parecían haberse chupado el crepúsculo. El Citroën reverberaba rojo, con hipos de calidoscopio. Recortado y obtuso a la ruta y el desvío, jugueteando todavía con el polvillo que había levantado al estacionarse.
..."
Uno se vuelve aire y raíz, parado en medio de todo horizonte y meando un neneo tangente a todo plano.
Cerrada la bragueta, volví sobre mis pasos. A mi espalda, las cosas parecían haberse chupado el crepúsculo. El Citroën reverberaba rojo, con hipos de calidoscopio. Recortado y obtuso a la ruta y el desvío, jugueteando todavía con el polvillo que había levantado al estacionarse.
..."
I.I. - Página 127
"...
De la industria de los juicios de divorcio y su relación con la industria de los implementos sanitarios:
- O la tapa del inodoro baja.
O yo.
- O la tapa del inodoro alta.
O yo.
- Y el bidet ¿para quién queda?
- Para recordarnos que
Siempre Nos Quedará París.
...”
De la industria de los juicios de divorcio y su relación con la industria de los implementos sanitarios:
- O la tapa del inodoro baja.
O yo.
- O la tapa del inodoro alta.
O yo.
- Y el bidet ¿para quién queda?
- Para recordarnos que
Siempre Nos Quedará París.
...”
08 febrero 2007
ANTISEPSIA
Palabras que al aire das
y que al aire hasta mí
se florean.
¿En qué estanco del mar
de aromas, son olores los que de ti
se pescan?.
La sirena aullando te lleva al mismo lugar
que te pide silencio
con cara de látigo cóncavo.
Ahora: gritá
Ahora: callate.
¦ ¿Qué hacés que no me mirás?
(voy a fumar, permiso)
¦ ¿Cuánta palidez, ¿tú te alimentas?
Inyecciones eremitas...
Soy el monolito insidioso con el corte de mangas más convexo.
Indaga, indaga...
Tácito pronombre de ella.
² Estornudo de lo oscuro neones naranjas.
¦ Tenés el PH de un escarabajo, desayunate 20 miligramos.
² Que lindo lunar.
Las ganas no peinan canas...
Soy el percutor de la culpa.
El unimembre palíndromo yo soy somos
yo homo como hoy.
¦ ¿En qué pensás?¡Hablame!.
Silencio en mojado estéreo.
¦ Comprendeme, voy cansada de tantos soles en los párpados.
Silencio en mojado estéreo.
¦ ¿En qué pensás?¡Hablame!.
yo homo como hoy.
El unimembre palíndromo yo soy somos
Soy el percutor de la culpa.
Las ganas no peinan canas...
² Que lindo lunar.
¦ Tenés el PH de un escarabajo, desayunate 20 miligramos.
² Estornudo de lo oscuro neones naranjas.
Tácito pronombre de ella.
Indaga, indaga...
Soy el monolito insidioso con el corte de mangas más convexo.
Inyecciones eremitas...
¦ ¿Cuánta palidez, ¿tú te alimentas?
(voy a fumar, permiso)
¦ ¿Qué hacés que no me mirás?
Ahora: callate.
Ahora: gritá
con cara de látigo cóncavo.
que te pide silencio
La sirena aullando te lleva al mismo lugar
y que al aire hasta mí
se florean.
¿En qué estanco del mar
de aromas, son olores los que de ti
se pescan?.
La sirena aullando te lleva al mismo lugar
que te pide silencio
con cara de látigo cóncavo.
Ahora: gritá
Ahora: callate.
¦ ¿Qué hacés que no me mirás?
(voy a fumar, permiso)
¦ ¿Cuánta palidez, ¿tú te alimentas?
Inyecciones eremitas...
Soy el monolito insidioso con el corte de mangas más convexo.
Indaga, indaga...
Tácito pronombre de ella.
² Estornudo de lo oscuro neones naranjas.
¦ Tenés el PH de un escarabajo, desayunate 20 miligramos.
² Que lindo lunar.
Las ganas no peinan canas...
Soy el percutor de la culpa.
El unimembre palíndromo yo soy somos
yo homo como hoy.
¦ ¿En qué pensás?¡Hablame!.
Silencio en mojado estéreo.
¦ Comprendeme, voy cansada de tantos soles en los párpados.
Silencio en mojado estéreo.
¦ ¿En qué pensás?¡Hablame!.
yo homo como hoy.
El unimembre palíndromo yo soy somos
Soy el percutor de la culpa.
Las ganas no peinan canas...
² Que lindo lunar.
¦ Tenés el PH de un escarabajo, desayunate 20 miligramos.
² Estornudo de lo oscuro neones naranjas.
Tácito pronombre de ella.
Indaga, indaga...
Soy el monolito insidioso con el corte de mangas más convexo.
Inyecciones eremitas...
¦ ¿Cuánta palidez, ¿tú te alimentas?
(voy a fumar, permiso)
¦ ¿Qué hacés que no me mirás?
Ahora: callate.
Ahora: gritá
con cara de látigo cóncavo.
que te pide silencio
La sirena aullando te lleva al mismo lugar
I.I. - Página 14
“...
Este hombre tan simple. Tan infantilmente desparramado en el suelo, con sus alas de sangre...
...”
Este hombre tan simple. Tan infantilmente desparramado en el suelo, con sus alas de sangre...
...”
I.I. - Página 99
“
- Inadmisible.
- Imperdonable.
- Inaceptable.
- Improcedente.
- Insultante.
- Sin duda.
Tales los epítetos que mereció el playero galés que nos atendió en la estación de servicio de Gaiman.
Sucedió que luego de cargarle agua con esencia de gasoil a nuestro Citro y de acomodarse su mameluco, osó ignorar la existencia de "Choique Quitrá" (Ñandú Que Fuma, en mapuche). Además, era flaco. Nos recordaba a la "i".
Allí nos habíamos conocido. Y en esa noche nos sorprendieron "in-fraganti" aquellos mismos calificativos. Es que el frío hace estragos. ..."
- Inadmisible.
- Imperdonable.
- Inaceptable.
- Improcedente.
- Insultante.
- Sin duda.
Tales los epítetos que mereció el playero galés que nos atendió en la estación de servicio de Gaiman.
Sucedió que luego de cargarle agua con esencia de gasoil a nuestro Citro y de acomodarse su mameluco, osó ignorar la existencia de "Choique Quitrá" (Ñandú Que Fuma, en mapuche). Además, era flaco. Nos recordaba a la "i".
Allí nos habíamos conocido. Y en esa noche nos sorprendieron "in-fraganti" aquellos mismos calificativos. Es que el frío hace estragos. ..."
I.I. - Página 42
“«Uno se recibe de nihilista
al suicidarse,
luego...
no pueden existir los nihilistas»
se dijo Elmer
-el jodido vampiro-
frente al espejo.
Era medianoche
y lo último que recuerdo
es que tenía hambre. ...”
al suicidarse,
luego...
no pueden existir los nihilistas»
se dijo Elmer
-el jodido vampiro-
frente al espejo.
Era medianoche
y lo último que recuerdo
es que tenía hambre. ...”
05 noviembre 2006
I.I. - Página 0
“Mi funeral se acerca
pero no tendrán mi cuerpo
lo esconderé.
Un último gesto simbólico...
seguirán sin encontrarme.”
pero no tendrán mi cuerpo
lo esconderé.
Un último gesto simbólico...
seguirán sin encontrarme.”
Congoja
Necesito llorar, le dijo
Necesitás, me dije
Y que no me sobre kerosene, nos dijimos
Necesitan
Necesito escribir. Y nada me sale.
Sigan mirándome.
Y guarden esperanzas.
Solo es cuestión de renglones.
Hacer una cosa bien.
La cual no será esta. Ni las que le sigan.
Soy un cobayo de la congoja.
Necesito un tobogán
O un trampolín
Y aserrín
Necesito que alguien me diga
Ya no necesitás
Acá tenés tu porción de llanto
Tu fuego a sueldo
Una página que mira sin exigir
Y acá tenés tu infancia
Necesito mirar más allá, le dije
Ya no, ya no necesitás.
Fuera sólo hay barrotes.
Sos mi cobayo.
Soy tu congoja.
Poneme música. Haceme bailar.
Puedo mirar más atrás de las estrellas.
Bien lejos.
Hay un bang de distancia, y ya no necesito
Tampoco
Al miedo
Tu problema con necesitar
Es que nadie te necesita, cariño
Sí, me superás congoja
Merecés ser mía
Todavía puedo guiñar con gracia
Todavía podés
Todavía puedo intentarlo
Claro, si sabés qué
Tengo el don del final a mano
Eso creés
Necesitás, me dije
Y que no me sobre kerosene, nos dijimos
Necesitan
Necesito escribir. Y nada me sale.
Sigan mirándome.
Y guarden esperanzas.
Solo es cuestión de renglones.
Hacer una cosa bien.
La cual no será esta. Ni las que le sigan.
Soy un cobayo de la congoja.
Necesito un tobogán
O un trampolín
Y aserrín
Necesito que alguien me diga
Ya no necesitás
Acá tenés tu porción de llanto
Tu fuego a sueldo
Una página que mira sin exigir
Y acá tenés tu infancia
Necesito mirar más allá, le dije
Ya no, ya no necesitás.
Fuera sólo hay barrotes.
Sos mi cobayo.
Soy tu congoja.
Poneme música. Haceme bailar.
Puedo mirar más atrás de las estrellas.
Bien lejos.
Hay un bang de distancia, y ya no necesito
Tampoco
Al miedo
Tu problema con necesitar
Es que nadie te necesita, cariño
Sí, me superás congoja
Merecés ser mía
Todavía puedo guiñar con gracia
Todavía podés
Todavía puedo intentarlo
Claro, si sabés qué
Tengo el don del final a mano
Eso creés
.
I.I. - Página 14
"...Tan empecinado en perder años en pos de derrocar a la elite ajedrecística y sus tramoyas financieras, linderas a la política, el submundo clandestino, el sistema de educación ("ser maestro de Ajedrez es buen título" dice que dicen los muy cretinos, del brazo de las señoritas maestras), que sólo el relatar cada tanto la circunstancia de la altura de los pastos en las cuatro hectáreas que con mucho celo guardaba en las afueras, le hacía creer que creíamos que tras su despeinada melena corrían paranoias distintas. Y ya el plural en él era meritorio. ..."
02 octubre 2006
I.I. - Página 153
“...
- ¿Cinco vidas?. Me estás maldiciendo con un dogma religioso profano de dudosa veracidad.
- Esa fue una buena respuesta. Me obliga a romper mi conjuro. Ciencia, religión y magia tienen como condición natural la correspondencia entre el objeto y el método. De todas maneras, ya me he asegurado un lugar en tu cabeza, y eso durará al menos una vida.
- ¿Y cómo hiciste eso?
- Le obsequié el recuerdo que podría haber tenido, de no estar hablando con vos, al Dios de la Memoria.
...”
I.I. - Página 14
“... Amarillo laca y marrón mármol.
En esos pasillos de 12 de octubre los vi por primera vez, con esa impunidad que me da el conocer de un rafagazo visual. Siendo yo y mis ojos tan invisibles para ellos como la audiencia de la TV, en la TV. A veces me gusta imaginármelos en blanco y negro.
Ella es de esas que tejen farolas de papel manteca y tienen langostas de origami colgando en el cuarto. De las que comen margaritas y se ufanan de andar descalzas y poder dialogar desde debajo de la cama (abajo del mueble, arriba del piso y acostada en posición de sándwich). Desencasillada en art decó y pelo revuelto ad hoc. De las que abrazan edredones. De las que aman lo rudo.
Él, de los de la logia de los pantalones bombachudos. Estudiante de abogacía. Le gusta levantarse escuchando Animal, Hermética o algún otro grupo necroide con serpientes en el logo, que nada tenga que ver con café con leche y medialunas. Desea una casa blanca minimalista con bulldog o rott-weiler, preferentemente en Italia. Y una mujer con toallón blanco y rulos negros saliendo de la ducha.
Ambos detestan lo estereotipado.
Yo, el que los mira. Nada más.
El segundo choque fue en la esquina, contra los murales mateístas. Me sentí descubierto por un momento, algo así como dos latidos. O quizás uno sólo con prolapso. Pero no. Ella miró en mi dirección, pero no llegó ni a la nuca. Él tenía una llave, no...un llavero, que hacía ruido en la mano. Ella dejó una estela de crema de enjuague. Él sólo de shampoo. ..."
13 septiembre 2006
Hoy llevé dos libros a vender. Claro que la pregunta que hicieron ahora: "¿para vender o para canjear?" me desacomodó un tanto. Tampoco quiero que se me vea como un sucio comerciante «». Así que todo lo que me salió decir fue:
- Voy a ver...tendrás La Conjura de Los Necios?
- Ahora me fijo, mientras prestame los tuyos para cotizarlos (y se los lleva otra chica).
Adelantándome al suceso de que esta vez sí lo tuvieran (justo cuando no tengo un peso)...me paré frente al estante donde una vez había visto unos buenos comics, pero donde ahora había otras revistas que ni me fijé...y le pregunté a la chica que estaba buscando en la PC:
- ¿Las revistas que antes estaban acá...?
- ¿Vos decís las de decoración?
Me quedé mirándola un rato, algo así como 2,31 segundos que la gente rara vez detecta como rato.
¿Cómo puede ser que tenga cara de comprar revistas de decoración?. Me lo preguntó con una cara de normalidad...claro, debe estar acostumbrada a que le pidan las cosas más raras, y la gente menos esperada (incluso deben notar hasta lo que la gente no se anima a pedir). Seguro hasta debe haber un curso para que se le quiten los mohines o los fruncimientos de nariz cuando viene una vieja y le pide algún Corín Tellado (nota: la vendedora quizás tenga otros gustos, pero mi mohín resultaría en un caso así)(incluso está resultando ahora el mohín ante la palabra "mohín").Luego me dí cuenta que el que debería estar en ese momento buscando las revistas de decoración cambiadas de lugar (repito: no yo, por ahora...porque quizás -muy quizás- cuando tenga casa se me ocurra eso de copiar ideas de decoración) pensaría lo mismo si la misma chica le repreguntara:
- ¿Vos decís las de comics?
Luego pensé que quizás el problema acá es la chica que no sabe repreguntar.
Luego pensé que debería preguntar más específicamente, y no dejar tanto lugar al misterio.
En ese mismo pensamiento, estaba el otro de que tengo la idea que la gente prejuzga lo que yo leo, y que debería acostumbrarme a que estas vendedoras hacen cursos anti fruncimiento de nariz.Terminados los 2,31 segundos, con un parpadeo y una sonrisa que disimulé (para que no pensara que yo pensaba que mi gusto era extravagante, pero no era el que ella pensaba que era...además, ahora que lo pienso, "decoración" no es extravagante, está lleno de revistas de esas en los kioscos, y tampoco los "comics" son extravagantes, pero escasean...el caso es que no sonreí, pero me estaba divirtiendo en la finalización de esos segundos, casi tanto como ahora... si no fuera porque escribir lleva tanto tiempo, y es tan lineal).
- No, unas de comics.
- Ah, esas están por acá, acompañame.
En el camino, reaparece la que se había llevado mis libros, y me dice:
- Acá tenés 5 pesos -y hace el gesto de devolvérmelos
- Está bien, voy a cambiar por algunas revistas.
Entré a revolverlas...es genial eso. Me topé con The Spirit, unas Zona 84 y Rambla que ya tenía, otras estúpidas y sosas, otras Cimoc (me quedé con ganas de traerme una) y una Creepy con un capítulo de Torpedo (otra pendiente). Había de 2 precios: $3 y $1,5. Decidí (decidí un montón de cosas, ahora que lo noto...y eso que estuve todo el día (y quizás todos los días no sé desde cuando, como en las nubes)) llevarme 2 revistas, y que me sobren 2 pesos para pasar por un ciber (ya parece estar este vicio a la altura de las revistas).
Vuelve a aparecer la primera chica:
- 19 pesos con cincuenta...ese es el valor de La conjura de los necios.
Justo ahora, no sólo aparece el libro, sino que está a precio más bajo.
- Está bien, voy a llevar unas revistas.
Me traje una The Spirit y una...me van (voy) a perdonar...una "Witchblade"...es que los dibujos y los colores están geniales, de verdad (y sobretodo por $1,50)
Haiku Combo 0
En el potrero
subasta su sudor
un potro reo.
.
Combo Tres:
2----4-----5,8-----9,12-----13----16-----17
--------------------------11--------18-----19
1----3---6----7---10--------14----15,20-21
22-------------------------------------------23
-------24----------------------25
--------------------26
Se me hace la carne de crin
A mitad de precio
entre el colmo de una preposición
O /oh.../ oh oh / o?
el tercer golpe de martillo.
Sí. Pesos Equis.
subasta su sudor
un potro reo.
.
Combo Tres:
2----4-----5,8-----9,12-----13----16-----17
--------------------------11--------18-----19
1----3---6----7---10--------14----15,20-21
22-------------------------------------------23
-------24----------------------25
--------------------26
Se me hace la carne de crin
A mitad de precio
entre el colmo de una preposición
O /oh.../ oh oh / o?
el tercer golpe de martillo.
Sí. Pesos Equis.
Vendido.
Etiquetas: Haikus
Hoy aprendí 2 cosas:
1) Masticar hace ruido,
2) “Vete” en chino se dice “Puya”
o sea que cuando las parteras dicen “puja y puja” (porque el chino debe ser jodido de pronunciar) le están diciendo en chino al feto: “vete y vete” “salí guacho” “abandona tu ignorancia y alúmbrate al sufrimiento viendo viéndote bien”. Y luego entendí por qué cuando uno no entiende algo es “como si le hablaran en chino”. Todo viene desde la primera palmada. Que ganas de pegarle una patada a la partera.
1) Masticar hace ruido,
2) “Vete” en chino se dice “Puya”
o sea que cuando las parteras dicen “puja y puja” (porque el chino debe ser jodido de pronunciar) le están diciendo en chino al feto: “vete y vete” “salí guacho” “abandona tu ignorancia y alúmbrate al sufrimiento viendo viéndote bien”. Y luego entendí por qué cuando uno no entiende algo es “como si le hablaran en chino”. Todo viene desde la primera palmada. Que ganas de pegarle una patada a la partera.
I.I. - Página 16
"TÍTULO: CALIENTE
Subtítulo: Pajas Bravas
Página 1
Viñeta 1: Perspectiva del boliche de madera y techo de paja, repleto de gente, luces, botellas y ruido.
Viñeta 2: El lector se mete pasando por la galería de rostros.
Viñeta 3: El lector llega a la barra.
Viñeta 4: Una hermosa vista de un tequila, con su sal y su limón. Una naturaleza muerta rebosante de vida.
Viñeta 5: Cuatro copitas vacías y una llena. Esta viñeta se ve algo borroneada.
Viñeta 6: Algo se prende fuego en la viñeta 5.
Página 2
Viñeta 7: Un barman quiere apagarlo y le tira con lo primero que encuentra...Vodka.
Viñeta 8: El barman se prende fuego.
Viñeta 9: El techo de paja de la barra se prende fuego.
Viñeta 10: La barwoman se prende fuego.
Página 3
Viñeta 11: Se le prende fuego el pelo desmechado a uno del Control (culpa del gel). Nota: 2,05 mts., peso = 140 kilos aprox., rubio y de ojos claros.
Viñeta 12: Se le prende fuego la camiseta a otro del Control (culpa del antitranspirante).
Viñeta 13: Se le prende fuego la cola de caballo que usa como corte de pelo un tercer tipo de ... Control, ¿adivinaron? (culpa de ir fuera de la moda).
Viñeta 14: El primero de Control que se prendió fuego aparece derritiéndose (si Ud. es abogado ponga en este paréntesis: Potencial Demanda a la Fábrica de Gel).
Página 4
Viñeta 15: Una linda chica, con maquillaje un tanto excedido, es alcanzada por las llamas. Se prende fuego (culpa del poliéster).
Viñeta 16: El lector va saliendo del local, indemne al fuego.
Viñeta 17: El lector mira la luna.
Viñeta 18: El Pato Lucas diciendo: "I´m not El Pato Lucas, I´m Duffy Duck". El lector sonríe.
Página 5
Viñeta 19: El lector se va a su casa.
Viñeta 20: Entra.
Viñeta 21: Se sienta y escribe.
Viñeta 22: Mostrar lo que escribe el lector: "Tengo que escribir algo sobre un incendio ... Definitivamente".
Subtítulo: Pajas Bravas
Página 1
Viñeta 1: Perspectiva del boliche de madera y techo de paja, repleto de gente, luces, botellas y ruido.
Viñeta 2: El lector se mete pasando por la galería de rostros.
Viñeta 3: El lector llega a la barra.
Viñeta 4: Una hermosa vista de un tequila, con su sal y su limón. Una naturaleza muerta rebosante de vida.
Viñeta 5: Cuatro copitas vacías y una llena. Esta viñeta se ve algo borroneada.
Viñeta 6: Algo se prende fuego en la viñeta 5.
Página 2
Viñeta 7: Un barman quiere apagarlo y le tira con lo primero que encuentra...Vodka.
Viñeta 8: El barman se prende fuego.
Viñeta 9: El techo de paja de la barra se prende fuego.
Viñeta 10: La barwoman se prende fuego.
Página 3
Viñeta 11: Se le prende fuego el pelo desmechado a uno del Control (culpa del gel). Nota: 2,05 mts., peso = 140 kilos aprox., rubio y de ojos claros.
Viñeta 12: Se le prende fuego la camiseta a otro del Control (culpa del antitranspirante).
Viñeta 13: Se le prende fuego la cola de caballo que usa como corte de pelo un tercer tipo de ... Control, ¿adivinaron? (culpa de ir fuera de la moda).
Viñeta 14: El primero de Control que se prendió fuego aparece derritiéndose (si Ud. es abogado ponga en este paréntesis: Potencial Demanda a la Fábrica de Gel).
Página 4
Viñeta 15: Una linda chica, con maquillaje un tanto excedido, es alcanzada por las llamas. Se prende fuego (culpa del poliéster).
Viñeta 16: El lector va saliendo del local, indemne al fuego.
Viñeta 17: El lector mira la luna.
Viñeta 18: El Pato Lucas diciendo: "I´m not El Pato Lucas, I´m Duffy Duck". El lector sonríe.
Página 5
Viñeta 19: El lector se va a su casa.
Viñeta 20: Entra.
Viñeta 21: Se sienta y escribe.
Viñeta 22: Mostrar lo que escribe el lector: "Tengo que escribir algo sobre un incendio ... Definitivamente".
Fin. ..."
02 septiembre 2006
Haiku Mapuche 0
FeiLolcurá
UziTripaiNgeTo
CaCoilacó
(en mapuche: De ese hoyo de piedra / salió veloz ojo de nuca / otro espejismo.)
UziTripaiNgeTo
CaCoilacó
(en mapuche: De ese hoyo de piedra / salió veloz ojo de nuca / otro espejismo.)
Etiquetas: Haikus
I.I. - Página 83
“YO Y MI CIRCUNSTANCIA
Caterva de ombligos y uñas, ¿precisan costura?
Como cose, coce y coze el jeque canyengue
escuchen, el Mondo y Lirondo cantar del dengue:
“Yo soy la pelusa, la sutura que supura.
Mi intelecto apolilla triste en una herradura.
Desteje destetado al son sin ton de un merengue.
Muge sin armónica: -Je, que merequetengue.”
Ahora escuchen, también, su silencio que augura:
“Oh, perdónenme...me sorprendieron en el baño” (s)
Vamos, mi bicho...diles lo que tanto te enerva...
“Ardiles me patea tres sombreros y un caño”
Cántales, más no sea, de tu ausente Minerva
y agrega que es una rueda pinchada el antaño...
“Por mí, podés irte a la mismísima caterva”
(s)
arrugan agua
las lágrimas de estaño
ah, no...disculpen
mancha azul al retrete
el desodorizante.”
Caterva de ombligos y uñas, ¿precisan costura?
Como cose, coce y coze el jeque canyengue
escuchen, el Mondo y Lirondo cantar del dengue:
“Yo soy la pelusa, la sutura que supura.
Mi intelecto apolilla triste en una herradura.
Desteje destetado al son sin ton de un merengue.
Muge sin armónica: -Je, que merequetengue.”
Ahora escuchen, también, su silencio que augura:
“Oh, perdónenme...me sorprendieron en el baño” (s)
Vamos, mi bicho...diles lo que tanto te enerva...
“Ardiles me patea tres sombreros y un caño”
Cántales, más no sea, de tu ausente Minerva
y agrega que es una rueda pinchada el antaño...
“Por mí, podés irte a la mismísima caterva”
(s)
arrugan agua
las lágrimas de estaño
ah, no...disculpen
mancha azul al retrete
el desodorizante.”
Etiquetas: Sonetos
Las hornallas de la cocina
de la casa de mi infancia
tenían la propiedad
de dejar bailotear un raro vals
a una perfecta bolita de agua
en medio del fuego
la que se iba reduciendo
hasta desvanecerse.
Como todas las cosas
que alguien escribe
ésta también
tiene la crueldad
de decir:
“si viviste eso
no te creas especial,
yo también
lo viví”
de la casa de mi infancia
tenían la propiedad
de dejar bailotear un raro vals
a una perfecta bolita de agua
en medio del fuego
la que se iba reduciendo
hasta desvanecerse.
Como todas las cosas
que alguien escribe
ésta también
tiene la crueldad
de decir:
“si viviste eso
no te creas especial,
yo también
lo viví”
I.I. - Página 77
"...El tenue hilo azul que despide mi café
baila ondulatoriamente sobre el fondo gris
de la butaca de enfrente.
Con ondulaciones paralelas
a las de la azafata
que ahora vuelve por el pasillo.
Es curioso que un avión
que viaja a 1.000 km\h en línea recta
contenga tantas curvas.
Aunque en realidad,
calculando con 720 km\h para facilitar la cuenta,
las curvas se enderezan:
tenemos que 1 hora = 60 minutos = 3.600 segundos
si en 3.600 segundos se recorren 720 kilómetros
entonces en 1 segundo se recorren: 7,2/36 = 0,2 kilómetros.
Es decir...
el meneo del trasero de la azafata
insume 2 cuadras.
¿Quién diría que soy músico?. ...”
baila ondulatoriamente sobre el fondo gris
de la butaca de enfrente.
Con ondulaciones paralelas
a las de la azafata
que ahora vuelve por el pasillo.
Es curioso que un avión
que viaja a 1.000 km\h en línea recta
contenga tantas curvas.
Aunque en realidad,
calculando con 720 km\h para facilitar la cuenta,
las curvas se enderezan:
tenemos que 1 hora = 60 minutos = 3.600 segundos
si en 3.600 segundos se recorren 720 kilómetros
entonces en 1 segundo se recorren: 7,2/36 = 0,2 kilómetros.
Es decir...
el meneo del trasero de la azafata
insume 2 cuadras.
¿Quién diría que soy músico?. ...”
I.I. - Página 153
“...Las mujeres tienen la ventaja de desnudarse y quedarse abominablemente seguras, observando como su hombre intenta desabotonarse la camisa a manotazos (sin dedos), bajarse los pantalones (con zapatos) y, en su caso, colocarse el preservativo.
Me saqué una media, y agregué:
- Por suerte, yo no soy hombre.
- ¿Y qué eres?
- “Y que seré”, esa es la pregunta para una ilusión que, a través (o por detrás, o por ende) de generaciones ha devenido, por obra de sucesivas mutaciones, en la morfosis de un homo ... erectus – dije, apuntándola con el índice envuelto en la media. –Algo así como un títere – metí el dedo mayor en la misma media, y la hice sonreír.
- ¿Podrías pagar tú la cuenta?
- Claro. Soy honesto, podría lograr que me pagues por minuto de compañía. Por eso es que el precio por departir contigo es nimio, y opto por pagarlo, gustosamente.
Me saqué una media, y agregué:
- Por suerte, yo no soy hombre.
- ¿Y qué eres?
- “Y que seré”, esa es la pregunta para una ilusión que, a través (o por detrás, o por ende) de generaciones ha devenido, por obra de sucesivas mutaciones, en la morfosis de un homo ... erectus – dije, apuntándola con el índice envuelto en la media. –Algo así como un títere – metí el dedo mayor en la misma media, y la hice sonreír.
- ¿Podrías pagar tú la cuenta?
- Claro. Soy honesto, podría lograr que me pagues por minuto de compañía. Por eso es que el precio por departir contigo es nimio, y opto por pagarlo, gustosamente.
Pagué los cafés, y nos retiramos del bar. ...”
25 agosto 2006
Este es el momento en que yo necesito
que vos te ficciones que necesitás este momento.
Entre ambos momentos
-en las dos puntas del fraude-
algo vive.
Y se caga de risa de sus padres.
que vos te ficciones que necesitás este momento.
Entre ambos momentos
-en las dos puntas del fraude-
algo vive.
Y se caga de risa de sus padres.
I.I. - Página 186
“Parado en la cabecera del cajón,
se olvidó de su discapacidad oratoria.
La otra gente nunca estuvo
y él habló siempre solo, siempre en ese momento.
Ella estaba pálida, lógico.
Y él, él tampoco estaba.
Pongámosle que en la cámara mortuoria
sólo existió este eco:
«...Fue hecha para mí,
y me convenció de la inversa.
Ahora estoy hecho para nada.
...Ustedes presencian
la extinción de un planeta
de un sistema solar...».
Y pongámosle que se me ocurre darte un consejo, lector
«Nunca te enamores de una asmática.
Se va a morir antes que vos...
Y no querrás sentir el peso de una galaxia callada,
¿no?»..."
se olvidó de su discapacidad oratoria.
La otra gente nunca estuvo
y él habló siempre solo, siempre en ese momento.
Ella estaba pálida, lógico.
Y él, él tampoco estaba.
Pongámosle que en la cámara mortuoria
sólo existió este eco:
«...Fue hecha para mí,
y me convenció de la inversa.
Ahora estoy hecho para nada.
...Ustedes presencian
la extinción de un planeta
de un sistema solar...».
Y pongámosle que se me ocurre darte un consejo, lector
«Nunca te enamores de una asmática.
Se va a morir antes que vos...
Y no querrás sentir el peso de una galaxia callada,
¿no?»..."
24 agosto 2006
I.I. - Prólogo
"...Necesito reírme. Y mucho.
(este mucho va en el medio)
Es decir...
No necesito reírme mucho,
necesito mucho reírme. ..."
(este mucho va en el medio)
Es decir...
No necesito reírme mucho,
necesito mucho reírme. ..."
puede
puede ser
también puede ser
también eso puede ser
y también eso puede ser
y también eso puede ser que
y también eso puede ser que sea
y también eso puede ser que sea, quizás
y también eso puede ser que sea, quizás sea
y también eso puede ser que sea, y quizás sea
lo que estés pensando
olvídalo
puede ser
también puede ser
también eso puede ser
y también eso puede ser
y también eso puede ser que
y también eso puede ser que sea
y también eso puede ser que sea, quizás
y también eso puede ser que sea, quizás sea
y también eso puede ser que sea, y quizás sea
lo que estés pensando
olvídalo
I.I. - Página 67
“...En las penumbras eléctricas del borde del día, se oyó un pensamiento:
-¿Reiniciar el proceso...el bálsamo a tanta tumba seguida?
Un pensamiento que, seguramente, provenía de aquella charla con ella, aquella noche en el Viaducto.
En el cenit de mis especulaciones, la misma nube de aquellas causas volvió a pixelarse, en un contrasentido a las leyes del caos. Para calmar las aguas de mi status quo lógico, aquel cúmulo de tóxicos suspiros, devino en formas no previstas.
-¿Reiniciar el proceso...el bálsamo a tanta tumba seguida?
Un pensamiento que, seguramente, provenía de aquella charla con ella, aquella noche en el Viaducto.
En el cenit de mis especulaciones, la misma nube de aquellas causas volvió a pixelarse, en un contrasentido a las leyes del caos. Para calmar las aguas de mi status quo lógico, aquel cúmulo de tóxicos suspiros, devino en formas no previstas.
Sus largas uñas coronaban los largos y flacos dedos de las largas y flacas ambas manos arrugadas.
Con un soberano movimiento, decretó la derecha:
- El deseo ya no te resiste.
Tu nueva motivación se llamará...
Algo se deglutió la izquierda. Y quedé parapetado, parpadeando con mi ojo de cursor.
El Señor (o Señora) de los Nudillos de Tótem era hábil.
Con un soberano movimiento, decretó la derecha:
- El deseo ya no te resiste.
Tu nueva motivación se llamará...
Algo se deglutió la izquierda. Y quedé parapetado, parpadeando con mi ojo de cursor.
El Señor (o Señora) de los Nudillos de Tótem era hábil.
Acababa de someterme a la duda.
Grande fue la sospecha, grande la desazón.
Ni siquiera ella era de verdad. Ni siquiera aquella, ni esa, ni su idea de que lo cíclico era el palo atravesado en los rayos de la rueda, con que el registro catastral divide al Cementerio.
Grande fue la sospecha, grande la desazón.
Ni siquiera ella era de verdad. Ni siquiera aquella, ni esa, ni su idea de que lo cíclico era el palo atravesado en los rayos de la rueda, con que el registro catastral divide al Cementerio.
¿Con qué autoridad revestiría «tuve nombres que marchitaron» ante quien digita las estaciones?...”
Fumeteada antes de la Número 3 - ¿De esto se trata?:
En la última inhalación un agujero para adentro. El vacío que se mete. Algo entre el intestino y la garganta que se chupa el aire que uno chupa no sé de donde.
Un agujero por estallar. El corazón parece detenerse, parece no poder aguantar. Y todo dura menos. Y todo parece terminar.
Y esperar la próxima inhalación sabiendo que eso sigue ahí. La siguiente es más atenuada. Pero sigue ahí, amenazante.
Y no hay teléfono que te salve, ni nadie que quieras ver.
Al rato deja de ser.
No se desató del todo. La próxima será más voraz. Y quizás mi aire no alcance.
Ahora soy la bestia que respira.
Un agujero por estallar. El corazón parece detenerse, parece no poder aguantar. Y todo dura menos. Y todo parece terminar.
Y esperar la próxima inhalación sabiendo que eso sigue ahí. La siguiente es más atenuada. Pero sigue ahí, amenazante.
Y no hay teléfono que te salve, ni nadie que quieras ver.
Al rato deja de ser.
No se desató del todo. La próxima será más voraz. Y quizás mi aire no alcance.
Ahora soy la bestia que respira.